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Los ranchos de mar tienen algo encantador. Son amigables con el entorno. Las plantas y los animales se sienten parte y lo protegen con sus ramas y hojas.
Su aparente vulnerabilidad es fortaleza para los desafíos propios del lugar. La madera no guarda la humedad típica de la cercanía al mar. Sus ambientes están siempre secos, algo difícil de lograr en esos lugares.
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Suelen ser frescos en verano y cálidos en invierno si no tienen mucho vidrio. Su estructura no impide sentir los perfumes ni sonidos de las aves, de las plantas, del mar... lo cual brinda un contacto permantente con el entorno.
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Ranchos de mar, base de inspiración y experiencia de toda buena casa de mar.
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La foto es mía. Un click en la foto la agranda.
5 comentarios:
Paraíso!
muy lindo! pero dónde esta ahí el mar?? kiki
Del otro lado. Si la tomaba desde al mar me tapaba la vegetación, la que se usa muchas veces para parar el viento más fuerte q normalmente viene de ese lado.
sabe que había leido "RANCHOS DE AMOR"?
y sin embargo me parece que no me equivoqué: así es como usté los pinta!
besos
Y sí, creo que me faltó sólo eso, en los ranchos se hace mejor el amor! ja Besos
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